Este jueves, el Gobierno de Venezuela rechazó un informe sobre derechos humanos emitido por el Departamento de Estado de EE.UU. que denuncia una alta impunidad y la existencia de presos políticos en el país caribeño.
A través de un comunicado, la Cancillería venezolana rechazó «categóricamente» tanto el informe como «la reiterada práctica de calificar las políticas de otros países de esta manera, sin ningún rigor técnico ni credibilidad«.
Caracas califica de «grave» que el país norteamericano «manipule un tema tan sensible» por sus intereses políticos. Además, afirma que Washington tiene un «demostrado desprecio» por el bienestar del pueblo venezolano, como demuestra que lo someta a «medidas coercitivas unilaterales y a un criminal bloqueo económico».
Citando datos de la organización Foro Penal, el Departamento de Estado de EE.UU. sostiene en su informe que el Gobierno venezolano mantiene en prisión a «centenares» de presos por motivaciones políticas, en concreto, a 260, 50 de de los cuales estarían «en condiciones de salud críticas».
Por su parte, la Cancillería venezolana recordó que EE.UU. es «el país con el mayor índice de encarcelación del mundo», que con 2,19 millones de presos posee el 25 % de la población carcelaria de todo el planeta. Además, apunta a la desproporción de afrodescendientes y latinos entre los reclusos, «que habitan cárceles superpobladas con grandes riesgos sanitarios y donde persisten condenas excesivas de corte político».
Asimismo, Caracas también denuncia que mientras Washington critica el ejercicio de derechos políticos en Venezuela, «se ha permitido que al menos 420 proyectos de ley restringiendo el acceso al voto» de las minorías prosperen en 49 Estados estadounidenses.
El comunicado de la Cancillería termina afirmando que el país caribeño cree en la diplomacia y observa el derecho internacional. Sin embargo, «no es a través del engaño, del chantaje y de la agresión que se puede hacer ejercicio de la diplomacia», concluye.