Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP), en Sector El Paso el número de venezolanos detenidos ha ido en aumento durante los últimos tres años.
Mientras que el año fiscal 2020 fueron detectadas por la Patrulla Fronteriza y por el Campo de Operaciones de CBP 178 personas de origen venezolano, en el año fiscal 2021 la cifra aumentó a 384, mientras que en los primeros ocho meses del año fiscal 2022 (de octubre de 2021 a mayo de 2022) ya sumaban 350 venezolanos detectados por las autoridades migratorias.
En octubre fueron cuatro los sudamericanos provenientes de Venezuela detenidos en el Sector El Paso, 23 en noviembre, 25 en diciembre, 48 en enero, 54 en febrero, 65 en marzo, 59 en abril y 72 más en mayo, de acuerdo con las últimas estadísticas dadas a conocer por las autoridades del vecino país.
La organización estadounidense Human Rights Watch destacó también que los nuevos requisitos de visados impuestos por varios países de América Latina han provocado un aumento significativo del número de venezolanos que atraviesan el Tapón del Darién, la peligrosa selva en la frontera entre Colombia y Panamá.
“La cantidad de venezolanos que cruzan el Darién en dirección a Norteamérica ha aumentado dramáticamente a medida que varios países han impuesto requisitos de visado que dificultan que los venezolanos viajen en avión a México y Centroamérica. Los ciudadanos venezolanos han superado a los cubanos y haitianos como la población más numerosa que cruza el Darién en 2022, y ahora representan más de un tercio del total de los migrantes que utilizan este peligroso camino”, señaló a través de un comunicado de prensa.
Human Rights Watch narró que durante días enteros caminando a través de la selva, los migrantes de numerosas nacionalidades sufren robos y graves abusos, incluyendo violaciones sexuales. Además de los peligros ocasionados por condiciones naturales, tales como ríos caudalosos y animales salvajes.
“Quienes huyen de las crisis de derechos humanos en la región deben tener una manera segura y ordenada de buscar protección en otros países”, señaló su directora en las Américas, Tamara Taraciuk Broner.
“Las autoridades de la región que recientemente firmaron la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección deben revertir de manera urgente las medidas sobre inmigración que están obligando a migrantes y solicitantes de asilo a tomar caminos peligros, como el Tapón del Darién”, pidió la activista.
Desde enero de 2022, México, Costa Rica y Belice han impuesto nuevos requisitos de visas a ciudadanos de los países que llegan con mayor afluencia a la frontera sur de Estados Unidos, incluidos los venezolanos, mientras que Panamá, Honduras y Guatemala exigen visas para venezolanos desde 2017.
“Muchos venezolanos dijeron a Human Rights Watch que atraviesan el Tapón del Darién debido a que estos requisitos de visado han limitado su posibilidad de tomar rutas más seguras para solicitar protección en Estados Unidos. Viajar por vía aérea a México o Centroamérica no sólo es más seguro que viajar por tierra, sino que probablemente sería más económico”, según entrevistas de Human Rights Watch con varios migrantes.
El viaje hasta cruzar el Tapón del Darién puede costar cientos, o incluso miles, de dólares. Para llegar ahí toman dos rutas, algunos pagan 300 dólares para tomar una embarcación desde Capurganá, en Colombia, hasta Carreto, en Panamá, y caminan entre dos y cinco días por la selva, una ruta más segura en la que se han reportado menos abusos. Pero, quienes no pueden pagar dicha cantidad de dinero, caminan entre seis y diez días por la selva desde Capurganá.
Muchos migrantes que han tomado esta ruta más larga contaron que fueron atacados por bandas criminales que les robaron y amenazaron. Entre enero y mayo, la organización Médicos sin Fronteras (MSF) proporcionó asistencia médica y psicológica a 89 mujeres de diversas nacionalidades que sufrieron abusos sexuales en el Tapón del Darién.
De acuerdo con un comunicado del Instituto Nacional de Migración (INM), el pasado miércoles 6 de julio, elementos del Grupo Beta evitaron que 18 migrantes venezolanos cruzaran el río Bravo en Ojinaga, entre ellos siete mujeres, siete hombres y cuatro menores.
Se dijo que los elementos los convencieron de alejarse de la orilla del río para evitar los peligros que dicho cruce conlleva.