Una vez más, empleados de la Fiscalía de Distrito Norte que tienen sus espacios de trabajo en el interior del Laboratorio de Ciencias Forenses –ubicado en las calles Fortín de la Soledad y Valle del Cedro de la colonia Morelos III– protestaron a causa de los fétidos olores que emanan de las cámaras de refrigeración donde permanecen hacinados más de trescientos cadáveres, muchos de ellos en estado de descomposición.
Los trabajadores, que solicitaron el anonimato por temor a las represalias de parte de los responsables de la Dirección de Ciencias Forenses, refirieron que cada vez es más insoportable laborar en esas condiciones y temen por su salud, ya que deben permanecer mínimo ocho horas en el edificio y los nauseabundos olores afectan hasta la ingesta de alimentos.
Los quejosos cuestionaron la falta de respuesta de las autoridades estatales ante este problema, que se ha agudizado a causa de las elevadas temperaturas que se registran en la ciudad.
También reprobaron la ausencia de mantenimiento al edificio, pues hasta las puertas se están cayendo, una es la de acceso al Servicio Médico Forense (Semefo) y la otra al área de Criminalística.
Anteriormente la vocera de la Fiscalía General del Estado (FGE), Sahira Castro, informó que las cámaras de refrigeración del Semefo funcionan y se les brinda el mantenimiento periódicamente.
“Aquí el detalle es la cantidad de cuerpos depositados con la capacidad”, detalló.
Dijo que en ese momento tenían 333 cuerpos, algunos de ellos ingresaron al Semefo desde 2014 y no han sido identificados o bien, los propios familiares una vez que los reconocen, no regresan por el cadáver para ser inhumado.
La portavoz dijo en esa ocasión que la solución era darles destino final a los cuerpos, con la previa ficha de identificación realizada bajo los protocolos y estándares aprobados por el Comité Internacional de la Cruz Roja para Identificación Humana; sin embargo, aún no se define la fecha de la inhumación masiva.
Ayer dijo que el miércoles pasado se le dio mantenimiento a un refrigerador.
Los empleados afectados por el olor a putrefacción del Semefo dijeron que tampoco se ha resuelto el problema generado por la falta de aires acondicionados, lo que la vocera aseguró con anterioridad que se iba a resolver con la compra de 30 minisplits para las oficinas administrativas que sustituirán las 22 unidades paquete (refrigeración), de las cuales sólo funcionan la mitad y ya están obsoletas.
“El presupuesto asignado será de aproximadamente de 270 mil pesos”, agregó.
Los agentes preventivos también se dicen molestos por este problema de salud y que impacta al medio ambiente, sin que ninguna autoridad intervenga.
César Díaz, director de Ecología municipal, explicó que la supervisión del cumplimiento con la normatividad sanitaria del Servicio Médico Forense le corresponde a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, así como a la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coespris); no obstante, dijo que las emanaciones al medio ambiente son verificadas por esta dependencia.